Cecilia Magaña
El 2018 también me la pasé viendo series, pero esta vez no me voy a disculpar. Las he gozado lo suficiente como para no arrepentirme de las horas invertidas en ellas y las he revisitado como quien busca en el librero una cita:
1. MANHUNT: UNABOMBER
Si peleas por esto, te llamarán loco… o puedes declararte culpable y terminar encerrado para siempre. Y tus ideas vivirán.
Jim «Fitz» Fitzgerald
MANHUNT: UNABOMBER narra el primer caso resuelto por un análisis lingüístico e ideológico a través de la correspondencia y manifiestos de Theodore «Ted» Kaczynski, mejor conocido como el Unabomber y cuestiona la forma en la que el capitalismo nos ha domesticado. Lo que podría ser un diálogo peligroso entre los argumentos de un terrorista y la violencia con la que éste intenta comunicar su mensaje, se logra gracias al balance final: el recuento de las víctimas, incluyendo al propio Kaczynski.
2. THE END OF THE F***ING WORLD
Las personas no son respuestas. Solo son más preguntas.
Alyssa
THE END OF THE F***ING WORLD, basada en la novela gráfica de Charles Forsman y creada por Jonathan Entwistle logra mantener la tensión con un ritmo vertiginoso gracias a su edición y manejo memorable de sus secuencias de montaje, además de sus narradores y protagonistas: James y Alyssa. Cuenta con hermosos momentos cinematográficos que sin duda harán que sobreviva, no solo como una de las series más populares del año, sino como una pequeña serie de culto. Lástima que programaron una segunda temporada… porque todo puede irse al carajo.
3. THE TERROR
Amiga. Madre. Amante. Todas las cosas que dicen que un barco es para su capitán y se les olvida lo que realmente importa. Confesor. Esta nave sabe todo sobre mí, Thomas.
Francis Crozier
THE TERROR está inspirada en la novela homónima de Dan Simmons y narra una versión fantástica de lo que sucedió con la expedición perdida de Franklin en 1845. El Erebus y el Terror, los dos rompehielos que se extraviaron en busca de completar el paso del Noroeste, fueron recuperados apenas hace unos años, cuando otro misterio trataba de resolverse: la desintegración del avión de Malasia Airlines. Además de contar con excelentes actuaciones, esta serie, creada por David Kajganich y producida por Ridley Scott, logra narrar de forma sumamente poética las desgracias de la tripulación a través de secuencias oníricas que dibujan al verdadero enemigo: la naturaleza humana.
4. BARRY
Bueno, no sé, me dijeron que muy pocos se ganan la vida actuando, la mayoría también trabaja. Y pensé en matar de noche, o algo…
Barry Berkman
BARRY cuestiona la idea de que el arte nos salva de la violencia. Esta comedia oscura inicia cuando un asesino a sueldo se enamora de la actuación y lucha por cambiar su proyecto de vida a partir de lo que, en un momento sumamente absurdo, experimenta sobre el escenario. Fue creada por Alex Berg y el ex-comediante de Saturday Night Live, Bill Hader, quien también la protagoniza y demuestra su capacidad actoral. Barry cuenta con excelentes diálogos e intertextos al cine Hollywoodense y no hace concesiones con la violencia, iluminando lo mejor y lo peor de la condición humana tanto en los asesinos y mafiosos, como en los personajes que se mueven en el mundo de la actuación.
5. AMERICAN VANDAL
Mi nombre es Dylan Maxwell y soy… no sé, hermano… simplemente soy Dylan. ¿Cómo que quién soy? Esa es una pregunta estúpida.
Dylan Maxwell
AMERICAN VANDAL se estrenó en 2017, pero no tuve el gusto de verla sino hasta este año, en que también gocé de su segunda entrega. Dos casos de vandalismo juvenil son tratados bajo el formato de un falso documental realizado por dos ñoñazos de secundaria. Jugando con todos los clichés, sus realizadores logran una comedia prosaica que profundiza en los estereotipos y expectativas que tenemos de las personas a partir de su apariencia y conductas previas, exhibiendo nuestro propio morbo como espectadores. Su narrativa transmedia hizo creer a muchos que sus casos eran reales y su formato inteligente invita al lanzamiento de otros productos igual o más atrevidos e interesantes.
6.BETTER CALL SAUL
Te dicen que tienes una oportunidad pero, lo siento, es una mentira. Cometiste un error y no lo olvidarán nunca. En lo que a ellos concierne, tu error es… es lo que eres. Y es todo lo que eres.
Saul Goodman
BETTER CALL SAUL demuestra en sus cuatro temporadas que Vince Gilligan y Peter Gould han afinado sus habilidades como guionistas. Si parecía que con Breaking Bad habían roto el molde, el estudio de personaje que es Better Call Saul demuestra que todavía tienen mucho qué presumir ya que no solo Saul, sino Mike, Kim, Héctor Salamanca y Chuck McGill tienen un desarrollo tal que uno piensa y habla sobre ellos como si fueran personas reales. Más que una precuela, esta serie se ha ganado un lugar propio y es una lección de diálogo y narrativa.
7. SHARP OBJECTS
Las cortadas en tu pierna decían “cereza”. Tenía sentido. Éramos tan brillantes y atractivas por fuera. Pero, por dentro… ese abismo oscuro.
Becca
SHARP OBJECTS, la miniserie creada a partir en la primera novela de Gillian Flynn, es un ejercicio de estilo, además de una reflexión sobre el lado oscuro de la femineidad. Su manejo de los flashbacks como alucinaciones se acercan al monólogo interior en la literatura y por si esto fuera poco, su creador, Jean Marc Vallée ha sembrado en su diseño de arte una serie de palabras que originalmente están talladas en la piel de la protagonista y completan el discurso dentro de la serie. Un mazazo a la cabeza para quien ama los detalles y goza de la tensión subcutánea. Una verdadera chulada.
8.THE HAUNTING OF HILL HOUSE
Un fantasma puede ser muchas cosas. Un recuerdo, una fantasía, un secreto. Dolor, enojo, culpa. Pero, en mi experiencia, la mayoría de las veces solo son lo que queremos ver.
Steven Crain
THE HAUNTING OF HILL HOUSE es como un juego de lego. Mike Flanagan tomó pieza de la novela de Shirley Jackson y armó la historia de una familia disfuncional perseguida por su pasado cuyo antagonista tiene forma de mansión embrujada. Su narrativa discontinua es un rompecabezas que se va completando a lo largo de toda la temporada y es tan cautivadora como su manejo del plano-secuencia. La suma final es un retrato pesimista de las relaciones familiares y un ensayo sobre la muerte que, desde mi apreciación se cae al final, quizás porque no permitieron a Flanagan llegar a donde quería llegar, quizás por el deseo de forzar una respuesta después de nueve episodios cuyo principal valor fue hacernos preguntas. Aunque por esos nueve, definitivamente vale la pena verla.
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