«Saca el diván»
Columna de Edna Montes
Es la persona que te hace reír hasta en una mañana de lunes, adoras despertarte a su lado aunque estén crudos, la besas después de comer taquitos con cebolla y te sentirías traicionado(a) si se adelanta a escondidas en la serie que ven juntos. Piensas en el maravilloso futuro que tiene por delante cuando te ofrecen ese ascenso enorme con la condición de que te mudes al otro lado del mundo o, si vives en un mundo literario más permisivo, que vayas a salvar el mundo. Es tu trabajo, casi tan natural para ti como respirar, aunque ahora hay un peso añadido cuando se trata de tomar decisiones.

¿Volver a casa antes de la próxima luna llena? ¡Sin problema! ¿Renunciar al amor ideal? ¡Drama garantizado! El gran problema es que no se puede «tener todo en la vida» y los creadores somos dioses crueles haciendo miserable la vida de nuestros personajes. Así que el dilema narrativo se presenta con diversos contextos, pero una sola meta. Da igual si estás en un universo alterno y conoces ahí al dueño/a de tus desvelos o que sea un romance tan real como ponerse de acuerdo con a quién le toca sacar la basura, en un punto la trama EXIGIRÁ al protagonista elegir entre el amor y aquello que desea con todas sus fuerzas.
La creencia engañosa de que nos conocemos y sabemos lo que queremos va emparejada a la idea de que los «planes de vida» son realizables, dejan muy poco lugar a lo imprevisto. Al parecer somos un poco lentos aprendiendo como el caos se impondrá incluso en los planes más «perfectos».

A menudo, esta trama es engañosa. Nos centramos en la decisión, lo que de verdad importa es que la resolución nos habla del personaje e, indirectamente, de nosotros mismos. Inclinarnos por una u otra opción como espectadores nos revela un poco más sobre nuestras prioridades, frustraciones y deseos. Quizá por eso algo que roza en el cliché sigue plagando las ficciones que consumimos, se trata de una forma segura de admitir en lo privado algo en lo cual rara vez pensamos, aunque podemos identificarnos con ello a la perfección.
Las encrucijadas no se limitan solo al amor. Nos cuesta decidir la carrera a la que dedicaremos «el resto de nuestra vida»; entre nuestra profesión amada y aquella «que deja dinero»; la ciudad de toda la vida y un nuevo hogar… el amor está detrás de cada elección en nuestra vida y no siempre debe ser romántico.

El conflicto sigue tan vigente como hace siglos y en buena parte eso se debe a que nos hemos creído miles de ideas destinadas a vendernos cosas, pero no a enseñarnos cómo amar o vivir mejor. Porque el Amor RománticoTM exige una total donación, que azotemos nuestra brújula interna contra una pared de expectativas hasta que sea incapaz de mostrarnos el verdadero norte. También porque ser adulto se ha convertido en un juego de pretensiones cuando lo único constante es la improvisación. Crecer implica aceptar que no tenemos idea de lo que hacemos y jamás la tendremos del todo, pero la vida no se detiene a esperar a nadie.

La simple idea de elegir entre el amor (de pareja o no) y la realización (o lo que el manual social define como tal) es algo con lo cual nos identificamos y nos aterra porque es un oximorón. ¿Cómo podrías compartir tu vida con alguien si no tienes una? ¿Cómo puedes ser feliz si eliges la opción contraria a lo que deseas? Quizá, en el fondo, la disyuntiva no está entre el amor y las metas, sino en ser fiel a uno mismo. Es muy probable que, si no la atrofias, cuando mires tu brújula interna para buscar guía te recuerde que eres tu propio norte. El amor no es el obstáculo por vencer, el miedo sí. Ya es hora de contarnos nuevas historias, narrativas donde otras formas de amar son posibles, las aventuras se comparten y sí podemos tener todo sin dejar de tenernos a nosotros mismos. O mejor aún, asumir que no necesitamos finales felices sino aventuras continuas en presentación individual y personalizada.

Fórmula:
Personaje A ha descubierto que B es el amor de su vida/ A recibe un llamado a la aventura y mientras lo realiza lo que siente por B se intensifica/ A debe decidir entre cumplir su misión o conservar el amor de B.
o
Personaje A ama con fuerza su carrera, ciudad, amigos, lo que sea/ A recibe un llamado a la aventura/ A debe decidir entre cumplir su misión o conservar lo que ama.
Como lo viste en:
La visión de Escaflowne (Anime, Sunrise, 1996)
Meiji Tokyo Renka (Anime, TMS Entertainment, 2019)
Todo sobre Eva (Serie, MBC, 2000)
She was pretty (Serie, MBC, 2015)
Las crónicas de Shannara (Serie, MTV, 2016-2017)
Bell, book and candle (Película, Richard Quine, 1958)
Casabanca (Película, Michael Curtiz, 1942)
Doctor Who (Serie, BBC, 1963- a la fecha)
Fotografía: Nick Fewings / Unsplash
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